EL SENADO DE LA REPÚBLICA ANALIZA TRÁMITES PARA SIEMBRA DE MAÍZ GENÉTICAMENTE MODIFICADO

Ante los embates climáticos se debe fomentar la participación del sector público y privado para mejorar semillas criollas mexicanas resistentes a heladas y sequías.

La Comisión de Agricultura y Ganadería del Senado de la República, celebró una reunión de trabajo para analizar la posibilidad de que se emitan las autorizaciones para la siembra experimental de maíz genéticamente modificado en su fase piloto, en los estados de Sonora, Sinaloa y Tamaulipas.

El Senador Alberto Cárdenas Jiménez, Presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería, mencionó que el tema que se discute, surgió como propuesta e inquietudes de diversos grupos parlamentarios del Senado. Dijo que la Comisión escucha y atiende a los diversos sectores para debatir cualquier tema, incluso como la producción de maíz Genéticamente Modificado (OGMs).

El subsecretario de Agricultura, Mariano Ruiz-Fúnez Macedo, aseguró que los OGMs, ha beneficiado a los productores mediante la aplicación de la biotecnología a través del incremento y rendimiento de la producción agrícola y el valor de los cultivos, se han disminuido costos en las cosechas por la disminución de plaguicidas y fertilizantes, dijo que existe mayor rendimiento a bajo costo en la producción. El Subsecretario también mencionó que en el mundo se siembran alrededor de 150 millones de hectáreas y sigue aumentando por los beneficios que generan, países como China, Estados Unidos, Sudáfrica, Brasil, Argentina, Australia, España entre otros son los principales productores. Nuestro país ocupa el lugar 17 a nivel internacional en la producción de OGMs. En 2010, añadió, se importó de Estados Unidos y Canadá poco más de siete millones de toneladas de maíz amarillo, 85 por ciento de esa cantidad se destinó al sector pecuario y el resto al industrial que en su mayoría es OGMs. Afirmó que en México se tiene todo el control de los organismos genéticamente modificados, desde la siembra, transporte y comercialización, hasta su consumo final. Finalmente dijo que con la expedición de la Ley se aseguran medidas para la protección del maíz, a través del Sistema Nacional de Recursos Fitogenéticos, la Red de Maíz, que busca la protección de las 52 razas nativas, y el Centro Nacional de Recursos Genéticos, que alberga 11 mil muestras de recursos genéticos que incluye maíces criollos.

Asimismo, Mauricio Limón Aguirre, subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental de SEMARNAT, sobre el tema de OGMs, dijo que hay tres aspectos substantivos que se ven de manera conjunta, los aspectos de PRODUCCIÓN, SALUD y AMBIENTAL, esta última es competente de SEMARNAT que analiza los riesgos que pudieran ocasionar al medio ambiente, el objeto es conservar los ecosistemas mediante la bioseguridad. Limón Aguirre, dijo que se atiende la bioseguridad mediante 14 líneas de acción, pero solo 4 son de injerencia para la siembra de cultivos de maíz genéticamente modificados, i) Promover la bioseguridad como práctica; ii) Elaborar un estudio del maíz; iii) Evitar los riesgos al ambiente y biodiversidad, y iv) Prevenir y reducir las consecuencias del flujo génico de OGMs y su persistencia en especies criollas de maíz. Nuestro país es el 4º a nivel mundial con mayor mega diversidad biológica, la función de la SEMARNAT es su protección. El subsecretario dijo “No todos los organismos genéticamente modificados sirven para todo, si la preocupación central es la sequía, no hay solicitud para sequías, si es para heladas, no hay solicitud para heladas”.

En tanto, Enrique Sánchez Cruz, Director del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria SENASICA, manifestó que es imperativo encontrar organismos más tolerantes a “algunas situaciones climáticas manejables”. Sin embargo, aseguró que la biotecnología es sólo una herramienta y “no la solución a los problemas que tenemos”, por lo que se debe generar un plan de bioseguridad, ya que la Ley es muy clara en cuanto a las condiciones de siembra, la capacitación a los productores y la coordinación de las dependencias para el monitoreo de los permisos, el manejo responsable de los cultivos que son supervisados por la estructura de SENASICA y SEMARNAT en cada ámbito de sus competencias.

A su vez, Alfonso Flores Ramírez, Director General de Impacto y Riesgo Ambiental de la SEMARNAT, se refirió al análisis de riesgo para la producción de OGMs, que están basados en la Ley, sobre algunos cultivos, recordó que el trigo es el único cultivo aprobado para modificarlo genéticamente ante una condición climatológica adversa. En el caso del maíz, precisó, que hasta este momento no se ha aprobado modificarlo para condiciones adversas, ya que todas las solicitudes para variarlo genéticamente versan sólo para su resistencia a plaguicidas, herbicidas o control de insectos dañinos.

Por su parte, Reynaldo Ariel Álvarez Morales, secretario ejecutivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM), coincidió en que la biotecnología moderna “por sí misma no puede resolver todos los problemas fundamentales del medio ambiente y del desarrollo”. Resaltó “cabe esperar una importante contribución al desarrollo sustentable en diferentes ámbitos porque existe un potencial en esta tecnología para que contribuya al progreso de los países”.

Al respecto, la Senadora del PRI, Amira Gómez Tueme, dijo que debido a la sequía es urgente liberar las solicitudes y permisos para que los campesinos del norte del país siembren maíz genéticamente modificado.

Por su parte, la Senadora Rosalía Peredo Aguilar señaló que “estamos frente a problemas agrarios muy complejos por lo que tenemos que enfrentar los impactos del cambio climático y con ello la pérdida de la producción agrícola”, mencionó “Tenemos el desafío de incrementar por lo menos en un 60 por ciento la producción de alimentos para cumplir con la demanda del mercado nacional y para ello tenemos que dar solución a esta problemática y echar mano de la biotecnología para aumentar la producción”.

En su intervención, el Senador Javier Castelo Parada, subrayó que es necesario proteger “nuestras semillas originales”, pero también tomar en cuenta la situación de la agricultura. Asimismo, pidió a los funcionarios que faciliten las condiciones para elevar la productividad del maíz modificado, a fin de recuperar las pérdidas y generar ganancias para el país con su exportación.

Los Senadores Fernando Baeza Meléndez y Margarita Villaescusa Rojo subrayaron que ante los embates climatológicos es necesario dar certeza a los productores para que incrementen su producción, pero que existan condiciones para dar paso a la etapa piloto.

Por el PRD, el Senador Arturo Herviz Reyes manifestó que un amplio sector de la población existe la preocupación por los impactos a la salud de los organismos transgénicos, principalmente en el maíz. “Estamos claros que hay un déficit de maíz en el país, que importamos cerca de ocho millones de toneladas de maíz transgénico y sabemos que hay una crisis alimentaria”, pero hay muchas dudas respecto a la siembra y consumo de estos productos.

Por su parte del Senador Alberto Cárdenas Jiménez resaltó que nuestro país tiene capacidades sólidas y firmes a la altura de las mejores del mundo que responden en capacidad técnica, científica, humana y coordinación en el tema de OGMs; con los programas se cuidan mejor los cultivos de maíces criollos en el país, en la actualidad se cuenta con bancos de germoplasma, reservas genéticas en el Centro Nacional de Recursos Genéticos, se tienen programas que alientan la siembra de maíces criollos, todas estas acciones son con el apoyo de la sociedad civil, por el coraje y participación. El Senador por Jalisco comentó que el Reglamento establece requisitos difíciles de cumplir, debe analizarse la Ley para reformarla y que se fomente la participación de los sectores privados y públicos nacionales en la producción de semillas mexicanas criollas.